martes, 6 de abril de 2010

Hablemos de segregación


Escrito por Manuel Fuentes González

Después de aguantar los colegiales improperios de todo tipo los últimos días, y aunque no nos manifestáramos en contra de que nos conviertan en mixtos, sino en contra de que no se nos consultara (ni tan siquiera escuchara), entre otras muchas cosas, entraré al "trapo".

Es, por ser políticamente incorrecta, muy difícil de defender la posición que mantenemos la inmensa mayoría de los colegiales. La gente que no ha vivido en un Colegio de este tipo normalmente no es capaz de entendernos, y por eso es por lo que escribo estas líneas.

¿Por qué no se nos entiende? Por el completo lavado de cerebro que se hace desde una progresía hipócrita que, sin ningún pudor, nos tacha de retrógrados y machistas (dato: aproximadamente la mitad de los colegiales es de ideologías de izquierdas, si no más). Y porque no se cuenta todo lo que se debe contar en los medios, sino lo que interesa.

Para empezar, estos Colegios son residencias universitarias, no colegios de primaria. Casi todos hemos estudiado relacionándonos chicos y chicas toda nuestra vida y estudiando juntos, y lo seguimos haciendo en la universidad.

Los Colegios Mayores afectados no son, en absoluto, segregados.

Por poner un ejemplo, el Colegio Mayor San Agustín (al lado de éstos) es mixto. Pues bien, los jóvenes y jóvenas, como dirían algunos, viven separados por plantas o pabellones. No importa que no tengan relación alguna con el resto de Colegios de alrededor, aislándose por completo de su entorno. Ni importa que en la mayoría de los Colegios mixtos los propios colegiales no se conozcan más que de saludarse los de unos grupos con otros.

No, no importa, porque lo principal es que son mixtos.

Sin embargo, los colegiales a los que se nos acusa de retrógrados vivimos en cinco Colegios en los que nos conocemos todos dentro de cada Colegio. Y en los que organizamos actividades, tanto culturales como deportivas, conjuntamente con otros Colegios, masculinos y femeninos. Y no sólo eso, sino que también convivimos. Y para que vean, son innumerables las parejas que se forman entre los distintos Colegios después de conocerse gracias a esta interrelación.

Ahora haré una pregunta: ¿Tan raro es ver en los anuncios de alquiler que se hable de "se busca chica", o "se busca compañera de piso", puestos por chicas, o "se busca compañero", puesto por un chico?

No es una minoría. Es, de hecho, algo más que común.

Pues bien, más preguntas: ¿están todos esos pisos unisex formados por machistas, feministas, retrógrados, etc.? ¿Quiere esto decir que esa gente no se relaciona con gente del sexo contrario? No, ni viven anquilosados en el pasado. Es simplemente que para la convivencia prefieren organizarse de esa manera. Porque es más cómodo, por más que les pese a los politicuchos de turno. Porque argumentos soltados tan a la ligera por algunos de los colegiales a los medios, que a priori quedan tan fuera de contexto, son verdad: Sí, prefiero la libertad de no tener que vestirme cada vez que quiero visitar al compañero (porque eso es lo que somos, compañeros) que vive al lado de mí, por poner un ejemplo. Y sí, a muchas chicas les importa que los chicos les vean las caras de recién levantadas, sin maquillar ni peinar. Son coquetas, no machistas.

Son, pues, segregados los Colegios mixtos, en los que la comunidad colegial está dividida en diferentes grupos, aunque estos sean de hombres y mujeres mezclados. Sin embargo, el actual modelo de Colegios Mayores de la UCM, favorece la unidad entre colegiales, así como la interrelación entre Colegios (de ambos sexos). Tiene cada Colegio una identidad. Y con ella una serie de tradiciones. Pero es que hay tradiciones propias de "villa Séneca", tradiciones de relación entre los diferentes Mayores.

Y ya que estamos: dicen que ni nosotros mismos sabemos lo que queremos decir con identidad. Pues miren, se lo explicaré:

Identidad es solidaridad. Es sentirse identificado con la comunidad, saber que se pertenece a la misma familia colegial. Identidad es compromiso. Es tener el mismo sentimiento de amor por el Colegio y sus valores, por la forma que tenemos de organizarnos y organizar actividades. Identidad es que personas con más de 60 años sigan viniendo a lo que fue su casa y se emocionen viendo que se mantienen esos valores de compañerismo y camaradería, libertad y pluralismo que ya existían cuando ellos fueron estudiantes, cuando en España aún no había democracia.

No es que no sepan a lo que nos referimos, sino que lo detestan. E intentan destruirlo. No sé el porqué. Quizás sea desconocimiento, o quizás simplemente un rencor infundado. Lo que quieren, parece, son modernas residencias (decoradas por los suecos, bonitas y baratas, sin sabor a antiguo ni tradición). Que les den dinero, cuanto más mejor. Y nada de actividades u ocio. A estudiar, comer y dormir.

¿Cómo hacer esto? Abandonándonos. Dejando de invertir en infraestructuras y asfixiándonos para que no podamos organizar actividades culturales o deportivas. Suprimiendo servicios como los de tareas domésticas, para que tengamos menos tiempo para organizarnos y convivir. Poco a poco.

Primero un intento fallido de convertirnos en mixtos hace 5 años, consultando a los directores de entonces que se muestran contrarios, siendo cesados de inmediato. Entonces toca una espera de un par de años para luego cerrar un Colegio femenino entero por reformas, reubicando a las chicas en pabellones de Colegios masculinos. De paso se prohíben las tradicionales fiestas de gala alegando temas de seguridad (benditos sean, nos salvan después de más de cincuenta años). Después de un año de esto y de reabrir el Colegio femenino, y viendo que no consiguen mezclarnos (ni que dejemos de hacer nuestras fiestas para los antiguos colegiales aunque sea rascándonos nuestros bolsillos o teniéndolas que hacer fuera), empiezan por fin a acometer las tan necesitadas obras de remodelación de los comedores de dos Colegios masculinos. El problema: que los colegiales de esos dos Colegios tienen que desplazarse y separarse para ir a Colegios femeninos tres veces al día. En dos meses no hubiera sido preocupante, pero de pronto alegan que no hay dinero y se alarga esta situación hasta dos años. Y como siguen sin conseguir que estos retrógrados (retrógradas incluídas) se mezclen, la solución final: primero se aprueba un Reglamento de Centros que deroga los actuales Reglamentos de Régimen Interno de cada uno de los Colegios, eliminando cualquier tipo de posible diferencia de identidad entre ellos. Y después el equipo rectoral propone en el Consejo de Gobierno que se hagan mixtos y se aprueba la medida, a espaldas de la comunidad colegial, en total secreto. Pero la comunidad colegial se entera pocos días antes y decide movilizarse. Porque es una panda de fachas, retrógrados, machistas (ellas también). Porque los colegiales son poco menos que auténticos hijosdeputa. Y los antiguos, por supuesto, también (basta ver comentarios vertidos en foros de los medios).

Pero claro, antes incluso de saber todo este plan de hacer esos Colegios mixtos, los señores y señoras colegiales deciden hacer una manifestación. ¿Por qué? Porque no se les explica un carajo. Porque pagan un dinero que no revierte en ellos en absoluto. Porque les tachan de señoritos de provincia y ellos, que no se conforman empiezan a hacer cuentas y a creer que realmente no son deficitarios, ni subvencionados. Porque se decide que haya colegiales que paguen más que otros, minando la igualdad. Y que los colegiales que pagan más no podrán acceder a las becas de apoyo a la dirección, eliminando cualquier resquicio de igualdad. Y que esa gente, este curso, representa el 45% del total de los 6 Colegios, y son en su mayoría estudiantes de universidades públicas. Y que toda esa gente no tiene representación alguna ante el Rector. Ni puede elegirlo ni cambiarlo. Vaya democracia. Por eso se manifiestan. Porque sean demócratas y se les consulte.

En cualquier caso, e independientemente de todo lo antes expuesto, ¿no deberían ofrecerse también, al ser en teoría un servicio público, modelos como los actualmente vigentes para la sociedad? ¿No hay acaso padres (y madres, que esto va para los políticamente correctos) que prefieren que sus hijos no tengan que compartir baños con gente del sexo opuesto? ¿O es que no se gobierna en este país para el que piensa diferente?

Tras todo lo expuesto, busque el lector su particular respuesta para la última pregunta: ¿Quiénes son los que segregan aquí?

Manuel Fuentes González

Colegial del C.M.U. “Ximénez de Cisneros”

P.D. Foto adjuntada de una obra realizada por colegiales del Santa Teresa de Jesús y Ximénez de Cisneros, curso 08/09.



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